la familia de Paquito

Con cierto retraso (culpa de un ordenador viejo y enfermito) me hago eco de la noticia de los desencuentros entre la familia Franco y la Xunta de Galicia a propósito del pazo de Meirás:
esta puta familia que viven como los reyes que un día pretendieron ser, que tienen un imperio montado sobre el dolor y la muerte de miles de españoles ¿ qué pretenden? ¿Santa Rita lo que se da no se quita?
Debaten los sesudos varones de nuestro ágora televisivo que si sí que si no. Que si propiedad privada que si pollas (gallinas) en vinagre. O como las donaciones a punta de pistola devienen en actos jurídicos perfectamente legales ¡ ale hop!.
De momento, los parientes del asesino cunetero disfrutan del tesoro que amasó con sangre. No hay problema, es lo que tiene el estado de derechas. Perdón; quise decir de derecho.
A la familia del criminal ni tocarla. Aquí todo han de ser miramientos y cuidados que la democracia no puede ser revanchismo. Que hay muchos billetitos para pagar buenos abogados y son fruto del esfuerzo; del esfuerzo que hizo el Codillo ( por la gracia de dios que esa es otra) para liquidar a todos los que se pusieron por delante.
Hasta dinero de la televisión pública (o sea tuyo y mío) se ha llevado la nietísima. Recuerda la polémica que se montó debido a su paso por el programa "mira quien baila" que, para mí, que hubiera sido más adecuado titular "mira quien se toca los cojones a cuenta del pueblo español" aunque probablemente se hubiera desechado por demasiado largo y demasiados aspirantes.
Si en este país algún día hubiera algo de justicia para con las víctimas del verdugo patascortas, lo mínimo que se debería hacer es expropiar a toda esta familia de los bienes que robaron y devolverlos a sus legítimos dueños o a sus descendientes.
Y si alguno de ellos se opone se le cuelga por los cojones. Metafóricamente hablando...
O no.