domingo, 13 de mayo de 2007
tiempo de elecciones
Domingo por la mañana.Como todos los domingos despierto por el sonido de los cánticos religiosos.Es lo que tiene vivir encima de una capilla cristiana.Como todos los domingos me levanto pensando en el Imperio Romano, más concretamente: en su circo y en sus leones.
Salgo a la calle y ¡oh sorpresa!: alguien ha puesto dos paradas de autobús nuevas y ya no están aquellos baches que nos hacían disfrutar de un parisdakar urbano y de andar por casa.
De pronto, me cruzo con una furgoneta que mediante sus altavoces va soltando una musiquilla que no me atrevo a describir. Desde sus laterales una especie de mamarracho gordo y sonriente me invita a que lo elija para dirigir los próximos cuatro años de mi vida.
Desde una farola cercana otro candidato no menos mamarracho ni sonriente trata de convencerme de que ellos son mejores y me ofrece, mediante una absurda consigna, trocitos de felicidad cuatrianuales.
En un cartelón una mujer, a la que su condición de hembra no libra de la mamarrachura, también me sonríe abiertamente y solicita mi voto para ella.
Como buen ciudadano amante de la democracia tendré que informarme sobre los programas de cada uno,es decir que día es la churrascada de los unos y la fiesta de la empanada de los otros y así organizar la gira "elecciones municipales 2007".
Ya sé que suena anodino y superfluo pero en vista de lo que esta especie de vampiros ofrecen y lo que, después de conseguido el voto, dan mejor me lo tomo a cachondeo y prefiero gritar como el gran poeta
(Pocholo dixit): ¡fiesstaa...!